Estoy a la espera
de la fecha que no llega,
una dulce espera que me envuelve.
Y te imagino ahí,
en un espacio sin tiempo,
aguardando...
Las miradas encontradas,
las pieles anhelantes
por cruzar el espacio impuesto,
para perderse en el ansiado abrazo
en atardeceres pensado.
Desaparecerá la gente,
el ruido, las voces
y los cuerpos frente a frente
hablarán mudos
de los años perdidos,
de siglos no olvidados.
Miradas hablando,
bocas callando,
perdidas en el beso
tantas veces anhelado.
Días de gloria nos esperan,
sin horarios, sin espacios,
solos tú y yo,
dándonos lo guardado,
los alientos compartidos,
los cuerpos fundidos
en noches comenzadas,
en amaneceres que sorprenden.
La dulce espera termina.
¿Qué te diré ese día?
¿Qué pensarás tú?