Reviso cada palabra de nuestros últimos mensajes,
Las fracciono, las silabeo,
Las reagrupo, las deletreo…
Desarmo sonidos, amplifico volúmenes
Los desarticulo.
Intento descifrar un código secreto,
Inaccesible por cierto,
Redistribuyo puntos y comas,
Las repito,
Las gasto,
Las rescato del horizonte perdido,
De su inmaterialidad eterna.
“No voy a poder salir. Perdóname”.
No voy a poder salir.
No voy a poder.
No voy a.
No voy.
No!
“Perdoname”
Perdón.
Ame.
Me.
a.
Doname
….
“No te hagas problemas”.” Solo esperaba que vos también pongas algo (ja) y no literalmente”. “Esto me duele en el alma”.
No te hagas.
Note.
No.
Solo esperaba que vos también pongas algo (ja)
Solo esperaba que vos también pongas.
Solo esperaba que vos también.
Solo esperaba que vos.
Solo esperaba.
Solo.
Esto me duele en el alma.
Esto me duele en.
Esto me duele.
Esto me.
Esto.
Es aquí que los recapitulo íntegros,
Juego a cambiar el tiempo
A modificar instancias…
¿No podes salir? ¿De dónde? ¿No podés o no querés?
¿Perdonarte? ¿Porqué? ¿De qué?
Nos apropiamos de una retórica absurda
al ser más fácil mentir que decir que no
Cuando era solo necesario, La síntesis reductiva,
La conclusión certera.
El puñal agudo,
El sitio hermético,
Donde un NO es un no,
ESTO es eso mismo,
Y SOLO, no es más que eso.