Te regalo mi espera entre acordes
en pentagramas de seda y belleza,
te regalo la alegría de mis versos
en el compás del ritmo de mi vida.
Te regalo el cielo que cubre tu inocencia
en las verdades secuestradas en el tiempo,
del amor y las bondades de sentirte cerca,
en cada esquina del corazón y su esencia.
Te ofrezco mi brisa en las mañanas de bruma
dónde quizás me recuerdes distante de tí,
para que sientas que hoy no es día de ausencia
sino de recuerdos presentes bajo la luna llena.
Te ofrezco el canto ritmico de mi corazón,
envuelto en láminas brillantes de cebolla fina,
para que mis lágrimas humedezcan tus mejillas
y calmen tu sed de amor por el resto de tus días.
Es regalo y ofrenda eterna de mi razonamiento,
apartar la ansiedad y el dañino abatimiento,
llevándote en el recuerdo de mis momentos,
en la luz, en las sombras, en mis sueños.