De nuevo besa el sol el poniente,
otro fin de la esperanza muerta,
ahora otra especie despierta.
El día abrasa, la noche es ardiente.
La supervivencia es persistente,
semilla de vanidad se alimenta,
la tranquilidad siempre aparenta,
terror y horror causa en la mente.
La maldad es la misma humanidad
siempre cría la dolorosa orfandad.
Mientras, los de las migajas da la nota,
se lleva todo, pero da a cuenta gota.
Palpable en el aire la tormenta,
con el tiempo más se acrecienta.
Autor: Alcibíades Noceda Medina
Diez a este poema alcibiades.Siempre habrá migajas y no panes para los pobres en este país. Desde Salta un saludo....tu amiga del alma Clara