Soy sólo una separada, no tengo cáncer
ni algo parecido que les contagie,
sólo es que soy capaz de luchar sola,
y no disimular la amargura que les atrae.
Muchas, como ustedes, llevan a cuestas
el papel de señoras, muy bien casadas,
sin embargo,
las noches, las pasan solas,
llorando y abrazando, a una almohada.
Yo luché y en mi alma de hembra sola,
con orgullo les digo, ¡no me condenen!
pues fui valiente y supe sacar a tiempo
el esclavizande yugo, que ustedes tienen.
Ser casada y dichosa, bella quimera
hay quienes logran buena fortuna,
haber encontrado un hombre íntegro y bueno,
pero ¿quién de todas ustedes? acaso, una.
Yo también soy madre y feliz cumplo,
con cariño y ternura, noble misión,
de guiar a mis hijas por este mundo,
sin rencor ni tristeza, en mi redención.
01.02.88
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!