Quisiera ser una grácil ave,
desplegar alas bien suave,
subir alto, vagar por el cielo.
A una blanca nube treparme
con placidez hamacarme.
Ser un ave íntimamente anhelo.
El vuelo me lleve a lugar distante
avizorar los espacios que añoro
donde habitan seres que adoro.
Deslizarme en planeo rasante.
Con alas de amor danzante
esparcir mis besos con decoro.
En libre y apacible aleteo
planear junto al viento;
dejarme llevar muy lento.
Con otras aves, en ronda,
en armónico gorjeo
despertar entre la fronda.
©Estela Foderé