Me siento obligada, al corregir tu error. La palabra no es callada, sino Cayado,sr corrector. Antes de criticar, sacuda el polvo de sus zapatos. ¿Porque tienes que atacar? ¡Mire sus arrebatos! espero que sepàs aplacar, Tu lengua de garabatos. Deseando que la lecciòn, ya la tengas aclarada. Puès tu equivocaciòn, ¡Nunca serà olvidada! Lamento su falso labor. Aveces quedarse callado, ¡Resulta mejor! para el ojo del lector, ¡Ud quedo mal parado! Pobre corrector, con su metida de pata. queriendo ser conocedor, y dando tanta lata. Amigos del rincòn, el corrector llego a su llegadero. su equivocaciòn, lo conduce al matadero. ¡no tiene visiòn! ni tampoco el uso verdadero. SOL.