SONETO 176

Si puedes ver la luz, ¿de qué te quejas?
¿Acaso sabes tú qué es lo correcto?
Si quieres caminar erguido y recto
regresa al Dios del cual ahora te alejas.
Inténtalo otra vez, si nunca cejas,
habrá sido tu vida un buen proyecto;
las dudas que te surjan al respecto
tan solo se harán fuertes si las dejas.
Con esa furia ciega, ¿qué pretendes?
¿Acaso crees que así te justificas?
El cielo al que condenas y criticas
se encuentra más allá de lo que entiendes;
el Dios al que, ignorante, crucificas,
será al que, tras la muerte, te encomiendes.