Poeta con afán silba amorosos,
en tinta y papel despierta su sueño,
confiesa que su amor no tiene dueño,
desea abrazar sus brazos poderosos.
Imagen queda en sus ojos piadosos
y se pierde entre la llama del leño,
relegar recuerdo es su único empeño,
y nadie aluda, sus silbos hermosos.
Por amor grande en soledad se muere,
tal vez sueña saldar sus mil pecados.
Por haber amado fielmente él quiere
como Jesús sus pies sean clavados
y qué siquiera su alma se libere,
y al fin soñará sus sueños soñados.
Autor: Alcibíades Noceda Medina