Fuisteis amor grande para consuelo,
ahora mi alma vagabunda te desata
ya no hallareis en mí nada sensata,
no deseo lo que ocultáis tras del velo.
En mundo nuevo emprendéis tu vuelo,
¡Oh…! una estela al fin os delata
a vuestro vuelo, mis sueños de plata
ya borréis de vuestro presente anhelo.
Con voz infernal cantáis mi canción
en este cuerpo mío ya no hay pasión,
a pesar, danzáis sobre mí extraña danza
mientras echáis pimienta a mi herida,
buscáis atormentarme con arremetida,
y me trapazáis con maléfica lanza.
Autor: Alcibíades Noceda Medina