tres largos años han pasado
desde aquella aciaga noche
en que la suerte:
a mi hermano Ciro hubo marcado
con el inefable designio de la muerte.
OH, angustia cruel y dolorosa
que làgrimas de mi alma vierte.
Por que Ley insensible y misteriosa
el instante màs feliz de la vida
se destruye con la muerte.
Oh, negra noche frìa,
testigo mudo de mi tristeza;
por que dejaste que la Parca pèrfida
cometiera con mi hermano tal vileza?.
HOy, yacen bajo loza frìa
cual en sagrada mansiòn los despojos;
de ese hermano que un dìa
fuera la luz de mis cansados ojos.
Tu amable sonrisa que te deparò amigos,
todo se escapa en edad tan bella.
Hoy recordamos compungidos,
la oscura noche en que tu sangre
inocente baño la tierra.
Oh, hermano de corazòn errabundo,
al cielo imploro y de favor le pido,
no deje que las perfidias de este mundo
claven en mi alma, la espina del olvido.
JUCAR