Si el sol viene a mi y se alegra de verme,
la inocencia se esclarece, el canto del pájaro
es un fervor, un plenilunio movido por la pureza,
un despertar entre mullidas rocas.
Si el sol vien a mi y en su fulgor me rapta,
sonríen las palomas, las nubes se embriagan,
La tortuga su monólogo me entrega,
el perfume del aire revela su canción.
Si el sol viene a mi
y como a un chico me abraza,
los ojos levanto
entregándome a su música...
Con la esperanza leve del caminante
del que a diario siente en su despertar
¡La Sonrisa de Dios