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Defecto
Poema
Categoría: Recuerdos

Soy el Rostro Olvidado

Surgí del fondo de inmemoriales tiempos ha.


Serpentina de viento y espacio, brotada de la nada


Bajo el escrutinio sensible de miradas curiosas


Alabastro de sonrisas cascabeleras de niños.


 


Rompiente de un silencio ensordecedor que abruma


Preguntas infantiles que flotan y estremecen


Desnudas, frágiles, quebradizas por el viento


Cual plegarias hechas con color del alma pura.


 


Les enseñé a romper prejuicios y estigmas


Robustecer el futuro a con pasos de gigantes


Atravesar avatares del tiempo sin importar sexo


Edad, condición social, País o Estado


Enseñé lecciones de vida, desperté secretos


Recogiendo la voz inefable del universo en mis manos.


 


Instruí como soñar, imaginando, pergeñando, faenando


Abriendo el libro de la naturaleza para ser y no ser


Se convirtieron en gaviotas ligeras


Surcando océanos de azul profundo


Ámbitos frontalmente inmersos de misterios arcanos.


 


Solté las amarras de sus pequeñas barcarolas


Para que eludieran esquifes y roquedales,


Corrientes traicioneras oceánicas, cantos de sirenas


Llevándolos con su velamen entero a buen puerto


Otorgándoles las cartas náuticas de su camino.


 


Ellos fueron, son y serán mis pupilos


Acodados como burbujas de luz


En cada vuelta del camino…


Fueron alumnos, discípulos…


No importa


¡Son los herederos del infinito!


 


Soy el rostro olvidado


De aquellos por seguir su propio llamado


Soy aquél que despertó su pasión irresistible por la verdad


Mostrándoles como esplender como un faro


En la pared obscura de la ignorancia


Guía de su sendero a través de la primavera enterrada


Fui el Mentor, el guía, el consejero


Aquél Ser, donde imbuyeron su condición.


 


Surgí como aquellos seres con aire desvelado


Donde lo inexplicado da su conseja a quienes


Serán el Marco Polo del conocimiento y la sabiduría


Aventureros, viajeros insaciables del firmamento


Y sus misterios.


 


Ellos brotarán como el fruto de la ambrosía 


Descubriendo la verdad que ocultó


La ignorancia el miedo y el dolor


Y entonces…


Reiré con ellos en sus triunfos y alegrías


¡Habrá júbilo en mi corazón!


 


Hasta mi puerta llegará algunas veces el sufrimiento


Con sus negras alas…


Provocado por el reclamo de la tierra, exigiendo tributo.


Voces infantiles, jóvenes entusiastas verán


 La flor de su vida tronchada, suspendido su andar


 Solo quedando promesas inconclusas


Por un llamado a veces natural, otras veces


Designios del destino y la mala fortuna


En Ocasiones por individuos hijos de la ignorancia


¡Injusto eso será injusto!


 


Y cuando se hundan antes de tiempo,


En las fauces voraces de la tierra, haciendo de ella


 Su holocausto y última morada… se desvanecerán 


Esos cuerpos imberbes, esas chispas


Se apagarán irresueltas en la nada


Quiméricas esencias de atributos evanecidos 


Ojos que nunca vieron los lamentos de un por qué,


Sin conjunciones ni disyunciones de lo que sigue.


 


En esa bilocación sempiterna de lo oculto en la trastienda


Cruzando el umbral


Que desgarra y enfrenta sus despropósitos


Ante ese dramático final y sorprendente casuística


Permanecerá en silencio


¡Mi desconcierto y desazón!


 


Se deslizan sobre mis dedos polvo de estrellas


Agua nueva para alimentar su sed,


Céfiros suaves para su velamen.


Mi alma tocará a aquellos que buscan


Amparo bajo mi sombra


Compartiendo sus impaciencias de cuadrigas celestiales.


 Seré inefable cómplice, aliado y sostén


Seré sombra, tiempo, eco, reflejo


Espejo de porvenires, viajero profundo


De lo inmenso que habita en su interior.


 


Hallarán en mí


Éxtasis místicos del tiempo que ya pasó


 Crepúsculo que les cobije del dolor,


La imagen de fe, el deseo y la angustia


Naciendo de su propio ser.


 


Serán uno solo consigo mismos


Una sola canción


La caricia perdida, retornando con la bajamar.


 


Sembré mi simiente en su tierra


Fértil, virgen, abonada con paciencia


iluminando las espirales de su cielo


Haciendo reaparecer una y otra vez


Ante sus ojos


Los escenarios más dispares,


Los fondos insondables


De la razón, el discernimiento, buen juicio e inteligencia.


 


Emprenderán su vuelo como palomas


Afinando el aire, danzando sobre el camino


Colmando de poesía la vida


Inventando con ojos inmemoriales su propio concierto


Recobrarán mi voz, mi acento,


Multiplicarán y formarán estrellas


Para llenarse del universo mismo.


 


Así…


Agradezco


A todos aquellos que su camino


Se cruzó con el mío.


A los que hicieron un remanso en el huerto mío.


A los que bebieron de mi fuente y comieron de mis frutos.


A los que guardaron las semillas para sembrarlas


En campos nuevos fértiles y propicios.


 


Volveré a surgir en ellos, con ellos, para ellos…


En inercia acompasada


Desde el fondo de los tiempos antiguos, antaño extraviados


Para escuchar su testimonio y entonces…


Agradeceré mi existir


Porque soy y seguiré siendo, eternamente…


¡El rostro olvidado!

Datos del Poema
  • Código: 385952
  • Fecha: 25 de Mayo de 2020
  • Categoría: Recuerdos
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 661
  • Valoración:
Datos del Autor
Nombre: Leonardo Mazon
País: MexicoSexo: Sin Datos
Fecha de alta: 16 de Mayo de 2019
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