Estoy desesperado amada mía,
por verme entre tus brazos y tu abrigo,
muriendo sin cesar, a cada día,
muriendo por tener algo contigo.
Ya sea por besar tu tibia boca,
o por tenerte entera entre mis brazos
desgasto mi mañana y mis ocasos,
tratando de calmar mis ansias locas.
Y así transcurren días, y lo mismo,
frustrándose mi amor y mis arrojos,
al no poder pararme ante tus ojos;
muriendo en mi silencio y en su abismo.
No tiene compasión esta dolencia,
forzando más y más mi desespero,
matando poco a poco a mi existencia,
al no decirte, amor, cuanto te quiero.
Y ausente a mi tenaz melancolía,
me dejas sin tu amor y sin tu abrigo,
pues no has imaginado amada mía,
que muero por tener algo contigo a Adriana (2003)