Su mano por mi espalda

Suaves sus dedos blancos delicados
de aquella musa que emprendio el vuelo,
tantos besos de inocencia suspicados
y su brillo nocturnal en el lucero.
Caricias unicas en mi espalda lisa
con musica en su voz y su sonrisa,
hoy va volando de la mano con la vida
y yo solo volteo para verla arriba.
Una almohada refleja su silueta
donde dejaba su cuerpo quieto,
ahora solo veo abierta la maleta
que sirve para refugiar el miedo.
Hoy solo anhelo volver a verla
y escuchar su melodiosa voz diciendo,
son pesadas y arrastrosas las cadenas
por ti que no estas en mi cielo.
Siento su mano por mi espalda como ayer
que escapaba de padres y nervios,
ibamos al paraiso del buen querer
pero hoy el corazon caido y muerto