No hagas caso de estas palabras,
solo el resto de tu amor revivo,
con bendición del recuerdo me activo.
en los ilusorios momentos me alumbras.
Ángel santa, en sueño vida cobras,
hasta tu sutil aliento aun percibo,
con sonrisa y lágrima te escribo,
pero últimamente ya son obras.
Debo decir que hay presencia y poder
inconsciente que se apodera de mí,
unas manos que acarician con frenesí
extasía gratamente todo mi ser.
Mujer, te siento en mí vivamente
eres real brillo de amor en mi mente.
Autor: Alcibíades Noceda Medina