Tengo algunos sueños por cumplir, un par de compromisos enredados, en los cimientes de mis recuerdos, entre pétalos de rosas, resguardados. Tengo cinco hijos, tres nietos, cuatro nietas, y dos destellos en el cielo, un susurro y sus sonrisas junto a mi taza de café; una docena de historias en mi memoria varios libros de cuentos en la biblioteca, para compartirlos bajo las sombras de la noche escuchando el arrullo del viento; con el olor a tierra mojada o a pasto recién cortado, y un sin fin de recetas para saborear. Tengo un recital de palabras, entremezcladas en mi cabeza, las risas de mis hijos y nietos, en el vaivén de mi nostalgia, percibiendo la alegría de mi existencia en mi melancolia. Tengo los besos exquisitos e imaginados, una sensación de ternura al recordar, una satisfacción en el alma, que sólo puedo llenar, con el amor de mi familia y de mis amigos. Igual tengo, la letra de un poema sin concluir, y el hábito de esperar un cálido abrazo o un beso siempre ausente, un te quiero, algunas veces presente. Tengo la mitad de un siglo y algo mas, escondido en mis cabellos, mientras trenzo mi melancolia frente al espejo, la esperanza entrecortada y una idea sin emprender, esperando se descubran mis desvelos y mis nostalgias…