Sufrimiento

En la oscuridad de la noche

escuché tu llanto,

salí corriendo a buscarte

y por el camino pisé tus besos.

Caí al suelo

y me ensucié con tus recuerdos.

Con tus amores pasados,

con tus caricias presentes.

Y cuando quise cogerlos,

los deseos salieron huyendo de mi cuerpo.

Se desprendieron de mis manos.

se derritieron en mis ojos.

Comprendí que no era nada,

que nunca me habías querido

en el latido de tu pecho.

Que jamás me habías tenido

en el pensamiento de tus labios.

Sólo era un trozo de olvido

a punto ser el punto final de este verso.

Cogí tu llanto

y lo mezcle con el mío,

para que no te dieras cuenta

de que sufría en silencio.

Para que nunca supieras

que te amaba en primavera y en invierno.

J.C. Luzardo

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