Invente, que todo era mentira,
que todos mis dichos no eran sentidos,
que mis llantos eran agua
y mi corazón era fuego.
Invente, que yo era princesa en rejas
que mi principe existía
que mi caballo era mi dios
y mi corazón fuerte coraje.
Solvente, los pasos que anime un día,
que mire sin percatarme,
que aborrecí más tarde
y maldije días después.
Grite su nombre mil veces
lo encerré en un puño,
lo encarcele en mi mente
y deposite dulcemente junto a mi corazón.
Sólo decirte mi amado,
que fuiste eso, ser amado.
Que no hubo querer, amor y poesía.
Puedes irte si quieres, el recuerdo no lo hará