El tiempo va opacando el brillo de tu mirada;
La sonrisa de tus labios, cada vez mas se ausenta.
Solo queda un suspiro moribundo,
en las manos que algún dia crearon tormentas.
La vida va escapando de tu pecho,
y no habrá llantos que puedan evitarlo.
Nos fue prestado un buen dia este destino,
y al llegar el final.Hay que entregarlo.
¡ Pero duele !
No logro convencerme de que asi debe ser;
Y se que lloraré cuando cierres tus ojos,
al aceptar que ya no has de volver.
Has sido siempre mi guia y mi respaldo,
la mano fuerte que sabe ser caricia.
Aquel que cuando mi alma tuvo frio,
nunca dudó en brindarle su camisa.
He intentado llevar tus enseñanzas,
tu forma de aprender de los errores.
A saber que hay que ayudarle a la esperanza,
a no esperar que una piedra te de flores.
Puedes partir tranquilo si te marchas.
Tu misión con creces has cumplido.
Y aunque el dolor, me abraza como escarcha,
te doy las gracias, por todo lo vivido.
Por haberme atado un dia los zapatos,
por todos tus consejos y regaños.
Que aunque en su momento no me fueron gratos,
Ahora me ayudan a subir peldaños.
Me duele ver que se acerca la tarde;
Que de tu vida va llegando el ocaso.
Debo aceptar que me siento cobarde,
al pensar que ya no tendré mas tu abrazo.
Mas me cobijo en tu sabia frase, padre.
De que algun dia, volveremos a encontrarnos.
Que seguiremos trabajando la tierra,
con alegria y entusiasmo entre las manos.