Amándonos a conciencia

Por fin nos entendemos, ya somos consecuente,
nuestras miradas es la luz que se encienden,
en las sombras los orgullos vacios se pierden,
ya no hay indiferencia ni rencor que está latente.
De tu boca siempre escucho que soy tu preferido
el amor entre los dos ya es de noche y de día,
en el seno del amor ya no está latiendo la herida,
por esta razón nuestros corazones no laten heridos.
Atrás quedó el dolor, también toda las soberbias
crece el amor como ante, como al principio era,
en libertad nos amamos sin temor, que en el día muera,
reverdece flooreciente, como las hierbas con las lluvias.
Este amor verdadero incondicionalmente perdura,
hasta nuestro cariño de antaño nuevamente revive,
cada día es como un hermoso sol si declive,
el viento se llevó la diferencia que tanto tortura.
Nuestras almas se funden ya no somos dos extraños,
todo realizamos juntos y en común acuerdo,
tus sonrisas me agrada y en tu mira me pierdo,
de las manos nos llevamos riéndonos como niños.
Los besos en nuestros labios recobran sus fuerzas
pues a tiempo con entereza supimos luchar,
yo más que todo cuanto aprendí a escuchar.
Sepultamos de nuestra vida toda infamia perversa.
Nuestro sendero ahora es jardín de lindas flores,
tus labios son pétalos, me regalan besos al despertar,
mi alegría es tan inmensa ya no puedo ocultar,
al fin estamos viviendo uno de los momentos mejores.
Soy tan feliz al ver felicidad en tu semblanza,
esperé tanto tiempo brillar de nuevo tus ojos de lucero,
y tus labios pronunciar mi nombre diciéndome te quiero.
Este amor inexpresable, entre los dos se afianza.