Si no sabes qué decir, ya no lo digas,
y no te hagas la película con ella...
¿Qué te ha dado esa mujer, vida mía,
que no puedes apartarla de tus huellas?
Si la orquesta toca y ella muere,
déjala que se muera, no es tu hora,
en la misma dirección, ¿eso te crees?
ella está muy lejos, no se asoma.
Y aunque quiera asomarse ya no puede,
la pescaron haciendo malas obras,
le faltó inteligencia, a tu musa protegida,
le fallaron sus propias paradojas.
Dejó abierta la puerta hacia tus ojos,
y su dueño le encarceló las horas,
le cortaron las alas a tu obra,
el teatro se cerró por descuido de la autora.
A veces no te entiendo te lo juro,
¿por qué no le dijiste la verdad,
que no es a ella que amas tan profundo,
que tus cielos están en otra orilla,
y tu amor navega en otro rumbo,
que no es norte, ni sur, de esta costilla,
es otro el hemisferio que te ocupa?
Por qué mientes vida, si no tiemblas por ella,
es otra voz la que inquieta tus heridas,
¿por qué le hablas de momentos tan certeros?
¡Vaya, vaya! Cuántas cosas que me entero,
escudriñando en los recovecos de tu cielo.
No puedo decir que con mis versos,
encuentre tu apruebo, o tu desvelo,
pero puedo decirte que esta noche,
se me cayó del pedestal, alguien que quiero.
Elsa Fariña
07/02/04
(Desilusión)