Oro con ocasión, oro sin ella,
oro fervientemente y mi plegaria
pulula en el espacio sedentaria
saltando de una estrella a otra estrella.
El día que se fue, cuando sin ella
quedose mi tristeza funeraria,
mi vida fue una ronda planetaria
queriéndola alcanzar, seguir su huella.
Mas todo fue desdicha y agonía.
Oscura fue mi noche, oscuro el día,
mi lágrima profusa, densa, oscura.
Hoy voy por los caminos rece y rece
sabiendo que ya no me pertenece
y lo único que tengo es mi amargura.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC