Te miro muy quedo y te siento ausente cono ese amor loco que me impulsa a quererte, y al pasar los años, tu figura presente me dice, mujer, que despierta al amor. que tu cuerpo irradia dicha y candor. Que me impregna tu perfume cono rosa en flor y mis ojos ávidos se deleitan al verte, y tú como siempre, tan indiferente. ¡Mujer! mis mejores poemas no alcanzarían, mis canciones más tiernas no explicarían, la naturaleza virgen, se cohibiría, al verte mujer, sonriéndole a la vida. Dios por ser tan sabio todo lo hizo perfecto y del hombre dormido sacó una costilla; para ya no ser dos, para ser solo uno, para que unieras mujer tu vida a la mía. Y hoy, mujer, te miro a mi lado satisfecho estoy muy contento que tu amor sea mío; no quisiera nunca que lo nuestro termine y que tu corazón tan cambiante me lleve al olvido. Mujer. ¡Te amo con delirio!