Llevo varios días viviendo en un eclipse
bajo el influjo de las sombras de la melancolía.
Muchos quieren darme clases...
ni caso,
es fácil opinar desde su cómoda posición,
no saben apenas nada de mí,
seguramente sea yo el culpable.
Quizás sean las toses,
el dolor de garganta,
la desgana de levantar las sábanas
y salir de la cama,
quizás sean las puertas cerradas,
las manchas de humedad en el techo,
la sangre saliendo de mi nariz,
quizás sea solo que estoy enfermo
o depresivo
o un poco de cada,
o que ahora ninguna mujer
hace sonar el timbre,
y no lo hace porque soy un inútil
a veces(solo a veces) demasiado autodestructivo...
quizás sea eso lo que me mantiene inactivo
solo parece mantenerse firme
mi querido caos interno.
Será la ceniza que cae en mi pecho
o que no hay faro que evite que encalle,
serán las luces apagadas,
la oscuridad y el silencio,
será el letargo del guerrero...
El cigarro me quema los labios,
debo tener fiebre,
deliro,
pienso en el amor,
todo me da asco,
no lo soporto,
es hora de cerrar los puños,
acomodar la cabeza en la almohada,
bajar los párpados
y seguir contemplando el eclipse...