La orilla del camino

...Y dejaste de ser la orilla del camino, para tornarte en eje en mi carreta; Y tomaste las riendas de esta vida, que tenía como oriente una veleta. Diste luz a mi dia y voz a mi silencio; Amargura a mis penas, sabor a mis recuerdos. Renovaste la suela a mis zapatos; Me hiciste conocer mi lado izquierdo. Me percaté por ti que el sol calienta, y que hay frio que cala hasta los huesos; Me enseñaste que hay mas de dos maneras de arrancarle una rosa a mi cerezo. Aprendí en ti a reir de la tristeza; Y a tomar muy en serio la alegría; Y a saber que aunque te tengo totalmente, no debo dar por hecho que eres mia. Sueles volcar el alma en cada beso. Respirar hoy la brisa del mañana. Para ti no existe mas que este momento, y la luz que ahora ves por tu ventana. Yo caminaba viendo al horizonte; Amarrado a la noria del destino, Y tropezé con una de tus penas, con la que construías un camino, ...¡Vaya tipo con suerte! Me invitaste a consumir el resto de tu vino. ...Y dejaste de ser la orilla del camino.