Y te soñe una noche

Y te soñé una noche como solo una vez se sueña. Con la cálida pasion que el corazón de amor puebla, bese tus pies y bese la huella, que a tu paso, brotar hacia la primavera. Tu voz repicaba con dulce acento entre la fresca ribera del Ebro, y yo me solazaba contento, ebrio de tu dulzura, bebiendo de la miel de tu boca. Pero el sueño no es perfecto, pues acaba en mentira y a penas lo soñado suele ser cierto. Así desperté a la soledad como a un tormento y pensé en dormir de nuevo por si me esperabas a la vuelta de un profundo velo. Pero no se puede ni en vida ni en sueño repetir un momento.