Su espíritu deambulaba
desde la noche hasta el alba
por aquel siniestro castillo,
tiempo ha, fue envenenada,
pero no sabía quién lo hizo.-
Con su túnica blanquecina
iba de alcoba en alcoba
buscando la mano asesina,
la servidumbre andaba loca
al oír aquellos quejidos
por la noche producidos.-
Su alma no podía descansar,
pues debía de encontrar
quién puso en el vino
aquel veneno mortífero,
que dejó su cuerpo inerte
propiciando su rápida muerte.-
Al fin encontró el causante,
fue su esposo con su amante,
los dos hacían el amor
en una lujosa estancia
al lado del gran comedor,
¡Allí estaba la sustancia!
"Cianuro" ponía el bote
sobre la mesita de noche.-
Al verlo, pasmada quedó,
de la gran chimenea saltó
una ascua medio encendida,
que prendió enseguida
la preciosa colcha de cama
y los cuerpos sin alma,
que se fueron al infierno.-
Al fin terminó su deambular
y pudo en paz descansar
en aquella noche de invierno.-
(Noviembre 2011 - JOMCI)