Cuando muere un amigo,
el cielo se viste de sombras,
la voz se queda aprisionada,
y los recuerdos no duermen.
Cuando muere un amigo,
las flores del alma se secan,
la vida detiene sus pasos,
todo se transforma en dolor.
Yo sé que muchos te apreciaron,
y que a tu paso por la vida
dejaste amor en tus hijos,
en tu esposa y en tus amigos.
Dios te guarde amigo mio,
ahora que estarás en sus brazos,
oraremos por ti y rogaremos
por tu libertad eterna.
Descanza en Paz allá en el cielo,
gracias por haber compartido
todo lo que en vida nos diste,
te llevaremos en el corazón.
AUTOR: IVAN CARRASCO AKIYAMA /PSEUDÓNIMO: D_amadore