Soneto alejandrino con poco tiempo

Hemos viajado por la extensa tierra del vino,
en espera de amor nos hemos emborrachado
los dos por nuestras cuentas ya casi resignando
a los que soñamos. Por amarte yo no declino.
Tal vez soñé con una rosa hartada de sino,
ya no desea abrirse inútilmente esperando
que el viento cruel sus pétalos vaya desojando
y, al fin perderse entre polvareda y remolino.
Sobre ilusorio beso va viajando mis versos,
el pacto de dos almas se verá en la eternidad,
pero mi ser espera certeza y veracidad.
Solo las almas no unirán nuestros universos
la fe del corazón no basta, ni poesía
es bastante para hacer real la fantasía.
Autor: Alcibíades Noceda Medina