Déjame regalarte la vida,
o lo que tu alma me pida,
déjame sanar esa gran herida,
déjame hacerte sentir querida.
Déjame darle a tu vida el sabor,
que obtendrías con mi amor,
déjame curarte ese gran dolor,
aunque sea una difícil labor.
Déjame mirarte con admiración,
aunque esté existente la pasión,
déjame amarte con satisfacción,
para poder cumplir mi única misión.
Déjame decirte con brevedad,
que deseo terminar con tu soledad,
déjame mostrarte que en mí no hay maldad,
para que sientas lo que es amor de verdad.
Déjame que pueda demostrarte,
lo bien que me hace pensarte,
déjame que pueda expresarte,
la felicidad que sentiría al amarte.
EFRAIN TRINIDAD RODRIGUEZ
Morovis, Puerto Rico
PoetaDeDios © Copyright-2002