Un año para empezar

Con los ojos en alegre postura
bajo el amor subliminal
el parental y filial;
amor al fin que nos remece la vida.
Cuando cerremos los ojos
ante el abrazo y el beso
hagamos un fèrreo compromiso
de no volver a llorar
por ese amor inconfeso.
¡Ante ti y por ti!
has de saber que nada es mejor
que haber amado en silencio
haber soñado por ese querer
y escrito una poema atiborrado de besos.
No despojarse siquiera
ni descuidar el momento
que ese amor nos hace bien
cuando sustentamos la ilusiòn
bajo cualquier pretecto.
¡Un año para empezar!
bajo el hilo conductor del amor
el influjo del querer que disparò
la misma flecha dorada
alcanzò a rosar la emociòn y sangrò
sin dejar ni una pisca de herìda.
Quizàs por eso no guarda rencor
ni menos falsea posturas
el cariño que èl inspirò
tocò la puerta equivocada.