"Oh Fortuna, como la luna cambiante, siempre creciendo y decreciendo; detestable vida primero oprimes y luego alivias a tu antojo; pobreza y poder derrites como el hielo. Destino monstruoso y vacio, tu rueda da vueltas, perverso, vano es el bienestar y siempre se disuelve en nada, sombrÃo y velado me mortificas a mi también; ahora por el juego traigo mi espalda desnuda para tu villanÃa. El Destino está contra mi en la salud y la virtud, empujado y lastrado, siempre esclavizado. A esta hora sin demora toca las cuerdas vibrantes; puesto que el Destino derrota al más fuerte, llorad todos conmigo!" CARMINA BURANA
¿Quien arroja las cartas
y marca el rumbo de los pasos?
Inquietud de saber si todo está escrito
o si al acaso dÃa a dÃa
se van hilvanando nuestras decisiones
y asà se va tejiendo la vasta red
de nuestra existencia con acciones.
Gira la rueda de la Fortuna,
y nos toca el placer o el dolor.
Oh Fortuna, siempre cambiante como la Luna,
¿de que valen la riqueza y el poder?
Fulgurantes espejismos que encandilan
y al final todo se resuelve en nada,
tal aquél, ayer poderoso y hoy convertido en polvo,
tan sólo el recuerdo de su vida ha quedado,
hoy ya todo su porvenir es pasado.
Oh Fortuna, tan cambiante como la luna.