Por un instante inteligente

Por un instante inteligente e inusual
he penetrado en la inadcesible alegría
y me he sentido inesperadamente renovado.
A zancadas he hurgado en este encuentro,
que emocionado, en un momento de primacía
nos ha brindado el placer de conocernos.
Pero para tí, siempre la brisa de mi lágrima
te acongoja, y me haces sentir la imprudencia
que a veces daña, sin cabeza, ataviada de sogas
y habitada por el telón estrecho de la comedia
que nos une eternamente y a la ves nos separa.
Por un instante inteligente he tenido que amarte,
ya que no quiero herir aquellas antiguas tardes
en las que tu súbito recuerdo venía a flagelarme.