Y que comience la equidistante noche embriagadora
Que atiza tu carne mortal, saciando mi febril locura…
Y tus manos vasallas hacia mí, impacientes, se devora
Al cual soslayo delirio que adultera en tu aventura
Complácete arrebatando el tiempo hacia tu capricho mío,
Y me seduce tu boca enrojecida, y mi amor la domina…
Y con la península excitante de tu insaciable desvarío…
Vamos amándonos en esta gran noche de adrenalina
Y así, tu gemido yerto me rapta en suma cautividad
Temblando la luna desnuda que con su luz nos convocan
Y que siendo untada de deseo, sabe de la complicidad
Que tienen nuestros cuerpos que de sexo, se provocan
Es el frenesí de tu pasión cóncavo de tu mil delicia,
Que envenena tu boca deleitándose en mi lengua
Aun tus labios quemantes, me dicen con una caricia…
Que te haga el amor sin que el cansacio, nos detenga. Azzazinz Derechos Reservados 2011