Desde el fondo del abismo,
He de levantarme de nuevo,
Aun cuando fuerzas ya no tenga,
Por el orgullo que poseo,
Más libraré batalla honrosa,
A cruel soledad depresiva,
Y aunque la alegría sea esquiva,
Pregonaré con mi voz por su llamado,
Ya que este será escuchado,
Por algún alma piadosa,
Que como bella imagen de diosa,
Llegará a mi vida para enamorarme,
Entonces cuando los pájaros canten,
Sobre mi ventana y mi dintel,
Sabré que mi fe en Él,
Rindió su fruto maravilloso,
Y presto a rendir alegría,
Me entregaré con alma y vida,
Para al menos vivir lo que me queda,
Dejando queda la historia pasada,
Ya que pasada no debe ser recordada,
Para empezar a vivir de nuevo.