Me tienes atado a la marea de tus sueños
horda incesante de solsticios lejanos,
y tan cerca te siento, que me he hecho dueño
de todo tu cuerpo a travès de mis manos,
y pareces dormida cuando a mi te embelesa
el fino candor de una tarde de esperas,
sabièndote mìa...que mas me interesa!
si eres la espuma que me traen las mareas,
pero a cada latido de tu inmensidad suburbana
me llevas altiva cual ruego de un santo,
en cada plegaria que deshoja mañana
cual una flor eterna...que he deseado tanto,
mìrame ahora!, atraviesa en mis ojos
la ansiosa armonìa de tu caricia en mi cuerpo,
desnuda la impronta variedad de dichosos
perfumes de otoño que me tienen incierto,
quisiera decirte, con la voz en tu sinuosa
sabidurìa de mujer, que teje mis laberintos,
encontrar la dicha de permanecer en tus cosas
toda vez que me has hecho...un hombre distinto.