Un trece de septiembre,
tu voz sonó por internet,
tienes una sorpresa,
no te marches sin saber.
Como un niño a mi alrededor miraba,
que sorpresa podría ser,
pero tan nervioso me encontraba
que no la podía ver.
Y tú alegre y bien dichosa,
con sonrisas y nerviosa,
viviendo ese instante,
de felicidad radiante.
En otro mundo me encontraba,
mientras buscaba algo, para ver,
que seria aquella sorpresa,
que tanto insistías por internet.
Y entre risas y mas risas
yo toque tu corazón,
en ese instante yo sentía,
el abrigo tu amor.
Y tú insistías e insistías,
que siguiera en internet,
y mirara el comentario,
que tú me acababas de hacer.
Y yo miraba la poesía,
y no la podía encontrar,
pero si sentía tu alegría,
eso no me lo puedo inventar.
Y entre movimientos de puntero,
yo movía las paginas,
de arriba abajo, de izquierda a derecha,
y mis ojos buscaban con anhelo.
Y tu decías están ahí,
y tu corazón me guiaba,
hasta que por fin las vi,
y un vuelco en el alma me arrojaba a ti.
Y así el bello escrito empezaba,
La profundidad invade tus sentimientos,
y yo no podía creer lo que estaba leyendo,
y me felicidad aumenta al leerlos,
pues para ti estaban compuestos.
Y yo te mostraba mi felicidad,
y tu sentías conmigo la alegría,
el ay Dios, de tus palabras,
viste tu dicha cumplida.
Cuando son mutuos, de corazón, reales y sinceros...
estos llegarán hasta el cielo,
y donde crees que yo estaba,
cuando lo estaba leyendo.
Sin que nadie pueda detenerlos......
la luz de luna no se apaga,
y seguirá brillando en todo momento,
habla su alma, su corazón y su cariño mas sincero....
Y terminas con profundas palabras,
que verdaderamente sentías en ese momento.
Tu corazón expresaba verdaderos sentimientos,
y yo no podía creerlo, porque para mi eras un sueño.
Quien escribio estas bellas palabras,
lo hizo porque verdamente lo sentía,
eso amor, mi cielo,
eso es, lo que no se olvida.