No pienses mi Señor que te he olvidado
no pienses Redentor que te dejé
pues sabes que yo siempre te amaré
y sin tu amor, veriame quebrantado.
Quisiera siempre estar Dios a tu lado,
ya que contigo Amor, no pecaré
y en tus floridos prados estaré
junto tu áurea presencia ensimismado.
Soy pecador, no puedo remediarlo,
y sin tu amor Señor, mi alma perdería,
sabes mi Bien, que es tuya el alma mía.
Se que podría este dolor quitarlo
con tu bondad, y excelsa magnitud
do tu me ofreces, el pan de la virtud.
El bardo solitario.
3/11/012