Entre si se funden nuestra mirada,
tu corazón y el mío hallan sintonía,
como la mejor música tiene armonía,
en la cadencia hay paz sosegada.
En tus labios duerme sandia calada,
En tu rostro florecen rosales cada día,
el color de tus ojos al cielo desafía,
se entretienen entre nube empapada.
Emanas felicidad con sentimiento,
brisa fresca bebo de tu aliento,
satisfacción que absorbe el alma
todo en expresión pura y cabal.
Tu amar serena ahuyente vendaval,
amarte es vivir la vida en calma.
Autor: Alcibíades Noceda Medina