Pensé que solo con enamorarme bastaba
y que equivocado de la verdad estaba,
si de quien me enamore tenía un corazón
de piedra y gustaba le endulzaran la razón.
Dije eso se puede superar con la comunicación,
pero lo que no puede tener perdón, es cuando
ese amor con otro se ha entregado la pasión.
Dígale que no, decía mi conciencia llorando,
o no ves como duele una traición de su amada,
atendí tan justo consejo y a la mar me dispuse,
abrí las velas y llevara donde nace la alborada,
eso no fue tan fácil, al no saber que acontece
durante el lapso mientras hay nueva enamorada,
cuando el viento sopla y otras latitudes conduce.