Hoy, corazon, seremos dos sombras fugitivas
ocultadas tras las sombras de la soledad
trataremos juntos de este dolor poder aliviar
o, tal vez, tras las sombras viviremos hasta el final.
Que no te asombre, corazon, el olvido
que entre mas lloras, mas te acuerda
cual si fueras marioneta que a la cuerda
es esclava manejada a las riendas de su amo.
Que las lagrimas que viertes, enfadosas,
sean de este dolor no mas que diosas,
mas tan solo cosas que sean espantosas
que no sirvan de consuelo a ti, corazon,
porque se que aunque cruel fue el amor
tambien lo fueron el sentimiento y el olvido.