Nuestra inolvidable noche

Todavìa siento el sabor de tus labios
y el sabor agradable de hombre, en mi piel
anoche estuviste aquì y nos entregamos
fuè una sensaciòn tan dulce como la miel.
Los dos recorrimos nuestros cuerpos juntos
hasta dejarlos delirantes y encendidos
a gritos y al unìsono pediamos deseos mutuos
y cada uno sin parar fuè concedido.
Tù me pediste que posara en tu fruto erguido
mis labios rojos ardientes de pasiòn
y tù gozabas temblando con gemidos
y yo sentía los latidos de tu corazòn.
Yo extasiada te pedì que te acercaras
sentìa tu càlida y acelerada respiraciòn
te suplicaba que con tus suaves manos me acariciaras
y que besaras mis cordilleras turgentes de fruiciòn.
Ninguna parte de nuestros cuerpos quedò intacta
cada una de nuestras fracciones fuè palpada
me estimulabas toda, yo te decìa.¡ basta !
y no te detuviste hasta dejarme saciada.
No sòlo gemidos salìan de tu boca
tambièn palabras de amor y de pasiòn
me sentìa amada, me volvìas loca
y perdì un instante el sentido y la razòn.
Sentì algo extraño que jamàs habìa vivido
nunca nadie me habìa hecho tan felìz
quiero disfrutar para siempre contigo
¡ quèdate !, no podré vivir sin tí.
FANTASÍA