tarde de verano,
dos hombres contando chistes
jarra de cerveza en mano
sentados en la terraza
del bar de don Cayetano.
La plazuela a rebosar
y entre chiste y risotadas
le van echando buen ojo
a las mozuelas que pasan.
De pronto los dos reparan
en una rubia cabellera
que pasa cerquita de ellos,
los dos tontitos se quedan.
-¿Has visto que monería?
-Pedazo de bomboncito.
_¿Has visto que garbo tiene?
-Pues mira que buen culito.
-Me gusta hasta sus andares
con cierto aire varonil,
cuando vaya con tacones
parecerá un maniquí.
_¡Que vivan los pantalones
que se ajustan como un guante.
-Seguro que si se vuelve tiene carita de angel.
-No me quedo con las ganas
ahora mismo la reclamo,
a ver si su delantera
es como la imaginamos;
¡Oye,muñequita linda
vuélveme tu linda cara
y mándame una sonrisa!.
-Tu nombre será Rosita
reina de todas las flores,
si no será Vendaval
porque cuando pasas cerca
te llevas los corazones.
-Tío, ahí te he visto sembrao,
en cuestión de echar piropos
estás muy adelantao.
Esperan contestación
con cara de satisfechos
y a la vez se felicitan
por un trabajo bien hecho,
buenos piropos resultan
de años de entrenamiento.
Su cara se desfigura
cuando aciertan a escuchar
con incipiente ironía
el cabreo se hace notar:
-Me llamo Manuel Navarro,
¿a quién mando la sonrisa?,
¿quién de los dos se atrevió
a llamarme a mí Rosita?;
ya podéis agradecer
que me pilláis en buen día,
si me pilláis con mal pie
a saberse qué os haría.
Los dos agachan cabeza,
apuran bien la cerveza,
sólo alcanzan a decir:
-¡uff,vaya tarde de calor!
-De sofoco diría yo.
Aviso a todos los hombres:
si alabaste algún culito
pensando que era mujer
y resultó ser de tío
eso ya nadie lo cambia,
empieza por admitir
que tu inclinación te falla;
otra vez mira de frente
antes de lanzarte al ruedo
porque en vez de una ternera
te puede salir becerro;
a ver si pensamos más:
"líquido,blanco y en botella",
si son pasos varoniles
seguro que es "él", no "ella".