Haces de mi patria una Cubazuela,
labrando tu odio,a cada sueño de libertad.
Pero se escucha la llamarada que tanto anhela,
un fuego de patria a la aurora de otra realidad.
¡Y heroico seran sus velas!
Con ese aire fecundo de su dignidad.
¡Mi patria se llama Venezuela!
y no esa Cubazuela que dá calamidad.
Mi patria se llama Venezuela,
y derramando cada quien su voluntad,
¡Volveremos a tener los rayos de ella!
como luz de inmortalidad.
Abiertas las heridas,
humillados los hijos de la patria.
Pero jamás será vencida,
ni arrodillada la conciencia,
al rugió de la tiranía.
Se empuñan los valores,
ahogada y violada su libertad.
Y ante tantos clamores,
la tierra se llena de voluntad,
avanzan los rumores,
se enfrenta en si la verdad.
SOL.