Estoy en el mismo lugar
observando las mimas cosas,
y en mi pared un mural
que suelta un rico aroma,
como el que suelta tu piel
por cada uno de tus tatuajes,
olor a un espino rosal
que me coloca en jaque.
Sentado en lo profundo
de la infinita imaginación,
con las palabras murmuro
un malestar de respiración,
que se fragmenta en segundos
por pensar en coincidencias,
cada que estamos juntos
escuchando lentamente tus letras.
Se va asomando el sol
por mi estrecha ventana,
y se acomoda una canción
en mi espalda como alas,
que me incitan a volar
a un lugar de tu cara,
específicamente a tus labios
y en volverlos sin habla.
Ven a mi
y toma esa carta,
hazla llegar aquí
con centenares de palabras,
que me quiten este malestar
de saber quien eres,
saber que soy para ti
por el lazo de nuestras almas