Encuentro en Jinotega

Bajo un tremendo aguacero
Me refugie en el alero
De un edificio esquinero
Viendo la lluvia caer
Vi tu preciosa silueta
Y tú porte altanero
Echar hacia atrás el sombrero
Lanzar furtiva mirada
Sobre mi pobre fachada
Sucia y desvencijada
Sin porte y sin nada
Con la ropa muy arrugada
Sentí ganas de llorar
Más tú
Mostrando tal vez piedad
Me dedicaste una sonrisa
Te marchaste de prisa
No te importó la brisa
Y te oí cantar
Y así bajo la lluvia
Me quedé desconcertado
Del encuentro afortunado
Con la chica rubia
Que pasó
A mi lado
Que me dedicó una sonrisa
Una tarde muy de prisa
Mientras el tremendo aguacero
Me obligó a buscar refugio
Bajo un alero
Del edificio esquinero
En una calle de mi ciudad