Cuando veas que la vida
te zarandea con sus manos de garra,
y te aprieta, y te sangra.
Dímelo a mi.
Cuando sientas que la vida
con sus uñas afiladas
te arañan, y desgarran la fibra del alma,
Dímelo a mi.
Cuando en tus pies notes
el fango subir, y te ensucia, y te mancha,
Dímelo a mi.
Cuando veas que el cielo
se hunde en tu espalda,
y te entierra, y te aplasta,
Dímelo a mi.
Cuando veas que el viento
te persigue, y te atrapa,
y clava sus briznas en tus entrañas.
Dímelo a mi,
pues yo sufrí las mismas causas,
pero volé regateando aristas puntiagudas,
y caí en la tierra de la esperanza.
Dímelo a mi,
si tu corazón se desgrana.