Fiel a ti misma.-

Creciste como una rosa
perfumada y olorosa,
llena de mimos y cuidados
todos parecìan pocos.
El tiempo fue pasando
plàcido y encantador,
años de dulces caricias,
años de inmenso amor.
Tus ojos fueron mirando
todo a tu alrededor
descubriendo ese entorno
que tus papis contuvieron.
Pero el mundo estaba ahì
con toda su realidad
y te enfrentaste valiente
con mucha personalidad.
Hoy ya una joven como eres
me estàs enseñando tù
que los convencionalismos
no son la mejor virtud,
que a veces el ser sinceros
nos aleja de la gente
pero somos autènticos
y eso es màs valedero.
Me enseñas a liberar la mente
de tantos prejuicios tontos
y que tengo una hija
que lucha por la verdad.
Dulce capullo, mi niña
en mujer se convirtiò
y yo miro con ojos nuevos
la vida a mi alrededor.