Arrecifes de lunas llenas, rellenos de colores de auroras y sirenas, estrellas del norte despuntando carreteras, mágico sol anaranjado, esperando tus ojeras. Silencios apagados y ciegos, apenados de sueños inciertos y cálidos, eterno camino de piedras bañadas con fuegos, hacia el fin de tu aliento, hacia tus sosiegos. Luchar afilando heridas, de horrores con manos humanas asesinas, víctimas de polvos blancos, llamados alegrias, niños de nadie, esperando miles de sonrisas. Hambruna galopante de besos, con pan y agua de sabores imaginarios, abrazando relojes de arena, acortando tiempos de espaldas al mundo,creyendo que somos ajenos